El ginecólogo es el médico especializado en la salud reproductiva de las mujeres. Debido a que gran parte de su vida se rige por el ciclo menstrual y los cambios hormonales, no pueden pasar por alto a este especialista.
Lo ideal es acudir al ginecólogo desde la primera menstruación, que suele darse entre los 13 y 15 años de edad. Sin embargo, muchas mujeres lo visitan por primera vez varios años después, cuando inician su vida sexual. Otras no concretan su primera cita hasta que tienen algún problema o molestia ginecológica o sospecha de embarazos.
Las visitas con el ginecólogo suelen ser cada seis meses o cada año si todo está bien. Lo más común es acudir solo para descartar problemas y realizar una revisión que incluye una citología.
¿Cuáles son los síntomas de alarma para acudir al ginecólogo?
Además de estas visitas anuales, existen determinados síntomas por los que una mujer debería consultar a su ginecólogo:
- Irregularidades en el ciclo menstrual o interrupción repentina del período.
- Aparición de desarreglos: metrorragia (sangrados más abundantes en cantidad y duración), aparición de sangrado intermenstrual…
- Dolores menstruales muy fuertes (dismenorrea).
- Dolor o sangrado, durante o después de las relaciones sexuales.
- Secreción vaginal abundante, fluida o espesa, con color u olor anormal.
- Nódulos en los senos, secreción anormal en los pezones, dolor o alteración en el contorno de los senos (bultos, durezas, retracciones de la piel…).
- Picor, irritación o enrojecimiento vulvar.
- Dolor o escozor al orinar o aumento de la frecuencia de micción.
- Dolores anormales en el abdomen (cólicos fuertes).
- Detección precoz y control de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) para su oportuno tratamiento.
¿Por qué es importante realizar una revisión ginecológica?
La finalidad de la visita al ginecólogo es, sobre todo, el diagnóstico precoz de posibles enfermedades, que pueden ser muy graves o tener importantes consecuencias para la salud reproductiva de la mujer.
Algunas mujeres son muy estrictas con estas consultas y otras prefieren acudir lo menos posible y cruzar los dedos para no tener la mala suerte de padecer ningún problema ginecológico y enterarse una vez sea demasiado tarde.